Ponerte en forma no es tan difícil como parece, la base para lograrlo está en la alimentación. Justamente en los alimentos que consumís debe estar lo que tu cuerpo necesita y así mismo debes eliminar lo que tu cuerpo puede considerar como un exceso.
Tené en cuenta que existen 2 grandes objetivos hacia los que puede estar direccionada una dieta:
1.Perder masa corporal reduciendo el porcentaje de grasa.
2. Subir la masa corporal aumentando el porcentaje de músculo.
No necesariamente te idealicés en el punto más extremo de estos objetivos, muchos no quieren tener el cuerpo de un competidor de fisiculturismo, ni el cuerpo más delgado de una reina de belleza; simplemente buscan una dieta equilibrada: verse bien y mantenerse saludables.
Preparate para iniciar una dieta equilibrada siguiendo estos consejos:
1.Conocé lo que comés
Es momento de darle la vuelta a tus alimentos y mirar la tabla nutricional; intentá buscar los porcentajes más bajos en calorías, grasa total y azúcar. Por el contrario, busca alimentos que tengan un alto porcentaje de proteína.
Huye de los alimentos procesados y de los paquetes de golosinas, estos acumulan conservantes que no aportan mucho a tu cuerpo y terminan convirtiéndose en grasa.
¿Por qué la proteína es importante?
La proteína crea enzimas que regulan tu metabolismo, también ayudan en la producción y reparamiento celular, lo que se traduce en la calidad y buen funcionamiento de tus órganos, músculos, pelo y uñas.
La proteína es ese combustible que hace que nuestro cuerpo ande bien.
La nutrición es un campo muy amplio, pero como regla general debes consumir alimentos ricos en proteínas de origen animal o vegetal:
-Proteínas de origen animal: carnes, huevos, leche y sus derivados
-Proteínas de origen vegetal: acá se encuentran todo el grupo de las legumbres (frijoles, lentejas, habas, garbanzos. También están los vegetales como la espinaca y col.
Los frutos secos como pistachos y semillas de soja son una opción rápida.
Recordá que, si tu objetivo es subir la masa muscular, debes consumir una gran cantidad de proteína acompañado de una rutina de hipertrofia muscular en el gimnasio.
2.Cumplí un horario y no dejés de comer
Ya hablamos de la calidad de la comida, ahora evaluemos la cantidad y el momento en el que podés consumirla. Este es un punto muy importante en el que muchas personas fallan, ya que piensan que deben de comer lo menos posible para alcanzar sus objetivos. Por ejemplo, desayunan y solo hasta la noche vuelven a comer, llenándose de una gran cantidad de comida.
La clave está en comer cada 2 o 3 horas, para que el cuerpo reciba los nutrientes necesarios y genere saciedad. Recordá que estás comidas deben contener una fuente de proteína, tal como lo mencionamos en el punto anterior y lo puedes acompañar con fruta o vegetales.
3.Proyectá tu meta
Como ya lo dijimos estamos hablando de dietas y objetivos equilibrados, por eso pensá en cómo te querés ver dentro de determinado período de tiempo: 3 meses, 6 meses o 1 año. Visualizá las metas programadas y motivá tu mente para esforzarte por cumplir lo que querés.
4. Ejercicio y dieta van de la mano
Si a tu dieta le sumás un poco de actividad física, verás cómo los resultados llegan más rápido. No necesitás matarte día y noche en un gimnasio; podés trotar, seguir rutinas de baile, practicar algún deporte o simplemente salir caminar. Lo importante es MOVERTE y combatir el sedentarismo.
La conexión entre ejercicio y dieta es muy fuerte; si hacés ejercicio lo más probable es que sintás que tu cuerpo te pide comida sana, y si comés de forma sana estarás preparado para ejercitarte.
5.Dale un orden a tu dieta
Con las múltiples ocupaciones del día no queda tiempo ni de pensar en qué puedes comer para apoyar tu dieta. Tomate un momento a la semana para escribir lo que comerás a diario y a qué hora; ésta es una táctica sencilla y práctica que apoyará tu dieta.
6. Todo es un proceso
Los resultados no llegan de la noche a la mañana, normalmente los resultados significativos aparecen desde el tercer mes; pero una vez los veas no querrás dejar de esforzarte.
7. Una recompensa está bien
¿Sabes qué es el cheat meal? Esta es la llamada comida trampa. Supongamos que llevas 1 mes siguiendo tu dieta, al cabo de este tiempo puedes planear en comer bien durante 6 días y el séptimo día en una de tus comidas, incluyes la comida que más te guste sin pensar en tu dieta; puede ser desde un helado hasta una pieza entera.
Tener tu comida trampa una vez cada 15 días o incluso una vez cada semana, hará que tu cuerpo se desacostumbre al régimen de la dieta por un momento, para que así, cuando volvás a la comida sana de la dieta, podás recibir mejor los nutrientes de esta.
A nivel psicológico será una recompensa por tu esfuerzo y un motivador que te hará ver que sí se puede realizar una dieta sin morir en el intento.
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