La Universidad propone un modelo centrado en la persona estudiante, en donde la persona docente asume el papel de facilitadora de los aprendizajes, mediante estrategias activas, que promueven la adquisición de habilidades relevantes para el ejercicio profesional en un mundo dinámico, complejo y cambiante. Por ello, cuenta con el apoyo de herramientas tecnológicas tanto para la modalidad presencial como parda la modalidad virtual.
Líneas de acción
Las líneas de acción del Modelo Educativo son principios orientadores que parten de nuestra misión y del Proyecto Educativo Institucional (PEI), y que dinamizan el Modelo Educativo. Estas son:
• Flexibilidad: Académica, curricular, pedagógica.
• Calidad: En el aprendizaje a través de la gestión curricular.
• Pertinencia: Académica, metodológica, para una economía social de futuro.
• Responsabilidad social: Proyección social, desarrollo sostenible, cultura y clima organizacional.
• Investigación: Generación de conocimiento.
• Innovación: Potenciar el cambio en pedagogía didáctica, mediaciones, medios y recursos.
• Inclusión: Educativa y social.
La fundamentación teórica incluye la perspectiva humanística, que enfatiza el desarrollo humano como meta de todas las acciones que emprende la Universidad, y que da sentido al enfoque de estudiante como centro, que podríamos denominar también “pedagogía centrada en la persona que aprende”. Así, se otorga especial importancia al aprendizaje autónomo, en donde la persona estudiante adquiere un papel protagónico, siendo la persona docente facilitadora y promotora de experiencias de aprendizaje, pero dichas experiencias son vividas y gestionadas por los estudiantes, quienes tienen, en última instancia, responsabilidad por su propio aprendizaje. Además, el aprendizaje significativo y el aprendizaje activo, como estrategias didácticas, fomentan la participación, la colaboración, la creación y la demostración de los aprendizajes por medio de resultados.
Ejes del proceso formativo
Así, el entorno interno incluye la comunidad universitaria (estudiantado, profesorado, personal administrativo y de apoyo), los ambientes de aprendizaje (presenciales y virtuales), y en especial el personal docente, que cumple un papel vital como facilitadores de los aprendizajes. Por su parte, el entorno externo toma en cuenta las organizaciones y las comunidades, resaltando la importancia de la pertinencia y calidad de nuestra propuesta formativa, así como el rol que asume la institución en el área de extensión y acción social. Destacan también las metodologías activas y las formas de evaluación que ya hemos mencionado, que permiten evaluar, de manera integral, el proceso de aprendizaje, desde el inicio de los cursos, hasta el logro de los resultados de aprendizaje.
Sello Transformador
Un componente muy importante de los planes de estudio de la Universidad es la incorporación del Sello Transformador, el cual es un distintivo de la Universidad. Esta propuesta le imprime un sello particular a nuestros graduados, quienes contarán con habilidades blandas y valores de convivencia esenciales para aportar a su comunidad, al país y el mundo.
El Sello Transformador se compone de 10 nodos: Humanismo digital, Creatividad, innovación y emprendimiento, Pensamiento crítico, Ética del cuidado y buen vivir, Liderazgo colectivo, Desarrollo sostenible, Competencia lingüística, Nuevas ciudadanías, Orientación al servicio y Habilidades digitales.
Las competencias que promueve el Sello Transformador se encuentran integradas a lo largo de los planes de estudio, con lo cual la Universidad aspira a formar profesionales integrales, con los conocimientos, habilidades y actitudes que les permitan triunfar en el mercado laboral y aportar con su trabajo al desarrollo de sus comunidades, el país y el mundo.