El pensamiento estratégico es un concepto que comúnmente escuchás en el ámbito laboral. Sin embargo, es perfectamente aplicable para la academia y todos los entornos relacionados, además se trata de un enfoque útil y, casi que necesario, para cualquier área, dado sus ventajas y beneficios.
¿Alguna vez te has preguntado lo que es tener una mente estratégica? Básicamente es una persona capaz de visualizar el presente con diferentes perspectivas, de forma tal que puedan proyectarse a futuro, es alguien que puede anticipar el efecto de las acciones, tener una visión a largo plazo, ser creativa y totalmente enfocada en alcanzar logros puntuales.
Aunque parezca obvio, ese tipo de pensamiento siempre involucra una estrategia. Es uno o varios planes de acción coordinados para que alcance lo deseado. Son mentes concentradas en trabajar diariamente por sus objetivos, se caracterizan por ser disciplinados, reflexivos y perseverantes. Tal cual lo mencionaba el filósofo Aristóteles “somos lo que hacemos día a día. De modo que la excelencia no es un acto, sino un hábito”.
Características del pensamiento estratégico
¿Sabés por qué el pensamiento estratégico facilita el logro de tus objetivos? Porque te ayuda a generar ideas de forma ordenada, sobre todo, a pensar en términos de cómo alcanzar cada uno de tus logros. Según diferentes teorías, está relacionado con el pensamiento lógico-abstracto.
Así pues, este tipo de pensamiento está ligado a lo que observamos, vivimos, aprendemos y nuestro criterio en concreto, ya que llevamos algunas conductas según lo que consideramos más óptimo.
Es indispensable tener en cuenta que hay unas habilidades que influyen en un pensamiento estratégico. No obstante, hay tres que son absolutamente indispensables y determinantes para desarrollarlo al máximo: la capacidad de desechar los modelos predictivos, por lo que debés tener una mente abierta y dispuesta para abordar cambios y transformaciones; capacidad de formularte muchas preguntas, ya que esto te permite también proporcionar respuestas y soluciones; por último, saber definir cuál es el camino que querés seguir para centrar tus estrategias.
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5 ejercicios para estimular el pensamiento estratégico
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Aprendé a ver lo que nadie ve: hay mucha información en el camino que te permitirá ver más y detectar oportunidades que pasan desapercibidas para otras. Cuando una persona tiene la capacidad de ser un poco más perceptiva, analítica y ser sensible con lo que tiene a su alrededor, lo más seguro es que pueda estimular mucho más su pensamiento.
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Hacé preguntas inusuales: no te hagás preguntas de las que debás buscar información, se trata de cuestionamientos que te induzcan a un análisis. Intentá responderte sin que sea necesario investigar. Lanzá hipótesis, ya luego tendrás para hacer una respectiva investigación.
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Jugá a desempeñar roles: ¿a quién admirás profundamente? Inspírate en su forma de pensar, en cómo manejaría algunas situaciones, se trata de una actividad en la que haces juego de roles y lográs ponerte en el universo del otro, en su percepción del mundo. Seguro al final del día descubrirás algunos aspectos que podés adaptar a tu vida y ser alguien mucho más estratégico.
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Practicá actividades que nunca hagás: cada vez que transformás tus hábitos, te atreves a hacer cosas diferentes, tu cerebro se pone en un estado de atención, alerta y aprendizaje. Cada actividad y experiencia traerá a tu vida diversos hallazgos. Empieza por pensar qué te gustaría hacer que aún no haces y cambiá tu rumbo cotidiano.
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Transformá los pensamientos negativos en positivos: el pensamiento estratégico es una habilidad que se caracteriza por buscarle solución rápida y sencilla a los problemas, te pone a pensar en infinitas posibilidades que te hacen cambiar el panorama de los conflictos. Por ese motivo, cada vez que tengas un inconveniente o un pensamiento negativo, transfórmalo, mirá el lado positivo de cada acontecimiento y analizá cómo puede favorecerte en cierta medida.
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Aplicá los consejos y notá como te favorece en tu vida estudiantil, laboral y personal. En U San Marcos comprendemos la necesidad de contar con guías útiles para la vida en general.
