Entre las diferentes actividades evaluativas que se realizan a lo largo del periodo académico, bien son conocidos los talleres grupales o las exposiciones que se hacen entre varios compañeros. En estos la dificultad pareciera dividirse, aunque dependiendo de la organización del grupo puede que incluso se multiplique si no hay una buena organización. Para evitar que esto suceda, te damos algunos consejos que ayudarán a que el trabajo que debés desarrollar sea llevadero.
- Más comunicación. Es necesario que todos los miembros participen y estas evaluaciones son excelentes para mejorar la inclusión de varias personas con un solo objetivo. Todos conversan y se ponen de acuerdo sobre la metodología. Cuando hay compañeros que son bastante tímidos frente a toda la clase, estas son excelentes oportunidades para que participen y mejoren sus habilidades comunicacionales.
- Lluvia de ideas. Elegir el tema a desarrollar suele ser todo un reto, pero cuando se realiza en conjunto se pueden obtener no solo una diversidad de ideas, sino también de perspectivas desde las cuales trabajar cada uno. Así, puede que no sea necesario hacer una investigación netamente bibliográfica, sino que pueden tenerse testimonios como foco y desarrollo de un trabajo, por ejemplo.
- Redacción desde un solo punto. Un error frecuente es tener diferentes redacciones en un solo texto, lo mejor es que el rol de “redactor” o “compilador” sea una sola persona y que todo el texto cuente con una perspectiva unificada en una sola voz. Recordemos que cada quien cuenta con un estilo al escribir determinado por el léxico, la sintaxis e incluso por la elección entre voz activa y pasiva, y todo ello se nota cuando se lee un trabajo.
- Aceptá otros puntos de vista. La conciliación es fundamental, no solo para llegar a acuerdos, sino para entender que no todo tiene una sola forma de ser. Así, mientras que en los trabajos individuales contamos únicamente con nuestra perspectiva, cuando realizamos una actividad grupal debemos valorar cuáles son los mejores acercamientos a un tema, las mejores hipótesis y de allí elegir una para desarrollar.
- No hacer por separado y luego unir. Ya bien dijimos que se nota cuando cada quien redacta su parte y luego lo une. Bueno, esto mismo sucede en diversos casos: cuando es un ensayo fotográfico; cuando se trata de una exposición con carteleras o maquetas; cuando se trata de una evaluación oral y cada uno estudió por su parte, etc. Lo mejor siempre será definir roles para que la producción y la entrega de cada actividad sea lo más detallado posible.
- Revisar todo en grupo antes de entregar. A pesar de que las tareas y los roles sean repartidos entre los miembros del grupo, es bueno siempre reunirse con todos los entregables antes de la evaluación. De esa forma se pueden ajustar ciertas cosas o se pueden incluso hacer cambios para que el conjunto o el resultado final se vean coherentes y cohesivos. Así, también nos nutrimos de las opiniones de nuestros compañeros y tenemos una defensa más sólida al momento de presentarlo a otros.
La mayoría de las actividades en grupo busca afianzar y mejorar nuestras destrezas sociales y de trabajar de la mano con otros. No suele ser común que esta actividad la tengamos en todas las materias, dado que no es posible según las áreas de conocimiento por asignatura, pero cuando existan, aprovechalas al máximo para poder también conocer a tus compañeros, entender otros puntos de vista, nutrirte de la participación activa de tu grupo y llegar a un resultado mucho más óptimo y que debería construirse en menos tiempo.
